Empezando por el final ...

Tengo en una libreta pequeña apuntes ( que hice ayer por la tarde ) de cosas sobre las que quiero escribir, situaciones, etc ... para que no se me olvide esa idea genial ( cuando me llegué, la apuntaré ) y supongo que para ver visualmente de todo lo ahí puesto en que orden iré explicando cosas.

Bien, pues "la primera en la frente" porque para este segundo post ya estoy pasando de eso PEEEEEERO hay un grandioso motivo ... LE HA TOCADO !!

Me ha tocadoooooooooooooooo !!!
Nos ha tocadooooooooooooooo !!!
Le ha tocadoooooooooooooooo !!! 



el QUE??  Una plaza en una guardería pública !!!

Vamos que solo estaría más contenta si me hubiese tocado el euromillón, porque para el caso es casi casi lo mismo.

El proceso ha sido:

1. Mirar la web del ayuntamiento de mi ciudad cada dos semanas, o menos, no fuese que se me pasase el periodo de preinscripción o de puertas abiertas o de las dos cosas.
2. Ir a las puertas abiertas y decidir al tercer segundo de haber entrado que el nene tenía que ir ahí
3. Mandar hacer la pre-inscripción el primer día que se podía al PapadelNene aprovechando que tenía fiesta ( le hizo una graciaaaa tener que madrugar cuando se podía quedar un ratito más en la cama ... con el permiso del nene, claro ).
4. Solicitud en mano, a esperar ansiosos el día del sorteo ...
5. Día del gran sorteo  !!! Sacan un número y a partir de ese número empiezan a coger las inscripciones. Aparece el número 171 y nosotros tenemos el 119 ... mierda, ya la hemos cagado porque debería dar toda la vuelta para que tocase. IM-PO-SI-BLE.
6. Los días posteriores del desastroso sorteo empezamos a mirar que otras guarderías privadas de los alrededores.
7. Llega el día del listado definitivo de adjudicación de plazas. Vamos a la web para verificar que no hemos sido agraciados y ver cuantos somos en la lista de espera ...hasta que SORPRESA al final de nuestro número no hay el esperado no sinó un SI como admitido.
   
   Resulta que nuestro número no era el 119 sino el 4900 y pico y descartando aquellos que tenían más puntos, y los que tenían un número menor que el nuestro, todavía quedaban plazas para nosotros.

Mi reacción: dar un grito y empezar a saltar por el comedor siguiendo dando grititos.
Reacción del PapadelNene: mirarme con cara de "ya te cansarás de saltar".
Reacción del Nene: asustarse y empezar a llorar. Acabar bailando con mamá hizo que se le fuera el susto.


Las mismas reacciones que si nos hubiera tocado el euromillón.